jueves, 23 de abril de 2009

CURA

Una avioneta cae en medio de la selva y una bella mujer es la única sobreviviente. Comienza a caminar, sin saber hacia donde y, cuando se quiere acordar, un feroz leopardo se para frente a ella, listo para atacar. Cuando ya todo parecía perdido, aparece un sacerdote misionero del lugar y, por medio de bruscos movimientos y gruñidos consigue espantar a la bestia. Salvada la dama, la lleva hacia su refugio. Ya por la noche, estando los dos solos y ligeros de ropa por el calor, ella le dice:

"Padre, le estoy enormemente agradecida por haberme salvado la vida ¿no quiere que le de una buena chupada?"

"¡Pero no, hija! ¿Qué barbaridad es esa? Esa boca esta hecha para besar a tus hijos."

"Padre ¿no quiere, entonces, ponérmela en la conchita?"

"Pero ¿qué dices, mujer? ¡Ese es el órgano que Dios te ha dado para procrear!"

"Padre, aquí entre las tetitas, al menos ¿no tiene ganas?"

"¡Hija mía! No seas profana, esos pechos están hechos para amamantar."

"Bueno, padre, no sé, póngamela adonde sea... pero por favor sáquemela del culo, que me está matando!!!"

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